Finca dos Mares - Ferrol, A Coruña

ANA SEOANE BOUZAMAYOR

Estimado Fernando,

Quería expresarte mi más sincero agradecimiento por la experiencia tan especial que siempre me brindas en A Finca dos Mares. Desde el primer momento en que visité el lugar, quedé cautivada por la calidad y el encanto únicos que se perciben en cada detalle, desde los exquisitos platos hasta el ambiente acogedor que has logrado crear.

Cada visita no solo confirma esa primera impresión, sino que eleva el bienestar que siento en tu local. La atención y el trato que recibo de ti y de todo el equipo que forma A Finca dos Mares son simplemente inigualables y superan con creces todas mis expectativas. Es un auténtico placer regresar una y otra vez.

Agradezco a todo el equipo por hacer de cada visita una experiencia inolvidable y por el esfuerzo y dedicación que ponen en cada detalle para que los clientes nos sintamos como en casa.

Un cordial saludo

José Luis Calvo Rolle

Fue una comida de trabajo con unos invitados muy especiales.
Mi compañero tenía claro que debíamos ir a Finca dos Mares, por el emplazamiento privilegiado y una cocina sin parangón.
Decir que quedamos todos absolutamente contentos.
Remarcar el trato tan amable y agradable del personal.
Conozco bien la comarca, y puedo decir que es de lo mejor!

NCI

Alojamiento singular y bien situado. La habitación "Fuerte marejada" tiene un grave problema de humedad en las paredes, que sumado a las dificultades de ventilación por una ventana de reducidas dimensiones y a la falta de mantenimiento, resulta un espacio insalubre. La limpieza es deficiente (hojas secas en la alfombra, envoltorios de caramelo en la mesilla, falta de cuidado en general). Una lástima, podría ser un alojamiento encantador. El desayuno suficiente y rico, elaborado por personal amable y servido en la sala del restaurante con vistas.

Diana S

La ubicación del hotel es muy buena y el personal es muy amable. Sin embargo, la limpieza de la habitación deja mucho que desear; solo consiste en estirar la cama. No hay papelera y tampoco wifi. Al no haber wifi,tampoco funciona la tv. Éramos tres personas y sólo nos pusieron dos toallas en el baño. La piscina y el jardín sucios. Las hamacas muy sucias y copas dejadas en el jardín de varios días. Además, no hay nadie en recepción nunca. No lo recomiendo.

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Estuve dos noches en este hotel y he peregrinado por toda España y también por Portugal. En estos viajes he visto muchos lugares extraordinarios y he comido excepcionalmente bien en muchos de ellos, y en otros no tanto. Escribo esto de antemano porque quizás a muchos les falte apreciar lo que es una buena comida y una naturaleza excepcional. Este lugar está en medio de la naturaleza. Las personas aquí parecen querer devolver su naturaleza a la sencillez y tranquilidad. Eso es exactamente lo que se encuentra en este lugar: calidez, una sensación de que eres bienvenido, y una cocina que es excepcionalmente buena, con productos de alta calidad.

Sé muy bien de lo que hablo, ya que he comido en algunos de los restaurantes más excepcionales del mundo. Resumiendo: aquí se espera una cocina extremadamente refinada, con productos de muy buena calidad y preparados de manera excepcional. Para aquellos que esperan un menú de seis páginas, quizás otros lugares sean más adecuados. Cualquier experto en gastronomía sabe que un menú corto y bien estructurado indica una calidad fresca y excelente. Y aquí, eso es absolutamente el caso.

El anfitrión es siempre atento y en ningún momento te sientes no bienvenido. Agradezco a Fernando y a su equipo por dos días maravillosos y una comida muy, muy buena. Mi punto culminante culinario fue tanto la lubina como el filete. Las habitaciones son preciosas, muy grandes y espaciosas. Y cuando leo en algunos comentarios que hay mucha humedad, parece que esas personas no se dan cuenta de que se encuentran a orillas de uno de los mares más grandes del mundo, a menos de 100 metros de distancia. Si no se desea esto, entonces simplemente se debe ir al desierto del Sahara, donde no hay humedad.

Les deseo todo lo mejor para el futuro.

Thomas.

America Filgueira Castro

Teniamos muchas ganas de ir y la primera vez fue una gran decepción. En la web anuncian una cocteleria premium. Pedimos que nos sugirieran algun coctel y el camarero no sabia ni que sugerir, no ofreció opciones, asi que pedimos un mojito, un café con leche con hielo, y otro normal. El camarero vuelve diciendo que no hay cocteles "hoy", pedimos algun zumo natural y dice que no sabe si hay, asi que pedimos un Nestea. El vaso para el café con hielo, sucio con 1 hielo a medio derretir y todo sucio con marcas y restos de café del que lo tomaría antes, con pinchitas negras flotando en el agua del hielo ya derretido, exagerado como para no verlo el camarero, nos entró hasta la risa porque no dábamos crédito, parecía una broma, le pedimos que lo cambiara y trajerá 2 hielos en lugar de 1, lo cambió, pero sólo trajo 1 hielo, insuficiente para enfriar el café, pero ya estábamos cansadas de tanto inconveniente que no volvimos a insistir. Servicio malisimo, y atención pésima, no se le vió ni afectado, ni ofreció en ningún momento disculpas por no cocteles, por no saber si habia zumos naturales, por traer un vaso extremadamente sucio, ni atender a que se le pidió 2 hielos y trajo 1 solo. Un desastre, desde luego para no volver. Ubicación: si! bonita terraza exterior, con vistas hacia Santa Comba y su ermita, por estar emplazado en altura. Pero por el mal servicio no me compensa volver.

Santi Fuentes

Tuve la suerte de descubrir Finca Dos Mares, un restaurante que realmente se ha ganado un lugar especial❤️❤️❤️ en mi lista de favoritos. Desde el momento en que llegas, las vistas impresionantes te atrapan, pero es la comida lo que te deja sin palabras.

Empezamos la noche con unos mejillones a la brasa que fueron un auténtico espectáculo. La combinación de la frescura del mar y el toque ahumado de la brasa es algo que simplemente tienes que probar. Luego, el pulpo de la zona, también a la brasa, se llevó todos los aplausos. Tenía un punto picante que le daba un giro increíble, haciéndolo aún más adictivo. Para rematar, el bonito a la brasa fue una delicia; cada bocado era jugoso y lleno de sabor.

La experiencia no sería la misma sin mencionar la terraza, que ofrece unas vistas espectaculares, perfectas para disfrutar de una copa mientras cae la tarde. Si estás buscando un lugar donde el entorno y la comida se unan para ofrecerte una noche inolvidable,este es tu sitio .

-Volveré !!!! Imprescindible reservar ….?

Marcos Ríos

Disfrutamos de una cena genial. Ambiente muy tranquilo. Las vistas son espectaculares. La comida genial, muy bien preparada. La atención muy esmerada. Nos lo habían recomendado y, sin duda, fue todo un acierto.