Hotel El Ancla - Laredo, Cantabria

Ruben T.

Estuvimos 4 días y me encantó ese toque antiguo del barco , algo distinto para salirte fuera de lo normal en buscar hoteles con mucho lujo , aquí lo que destacaba era el diseño y la decoración interna y sus salas de estar , por no hablar del precioso jardín interior donde se estaba muy a gusto , los dueños fueron majisimos y la atención a la hora del desayuno . Lo que más nos encantó es ver a tantas mascotas sin ningún problema un gran sitio para volver a ir y con tu mascota por lo que pude ver . Super recomendando

Marcos B. D.

Un hotel con encanto cerca de la playa.
Gran desayuno y la decoración preciosa, ambientado en el mundo marino.
Algo viejo en general con habitaciones poco o nada insonorizadas pero también es parte del encanto del hotel, ese olor a madera, esos ruidos en las puertas...etc
El personal de diez

David M.

Estuvimos 4 días muy a gusto. El jardín es de lo mejor y la atención es estupenda. Solo recomendarle s una reforma en los baños y en las habitaciones. El paso de los años se nota demasiado

Abigail G. B.

Un hotel muy acogedor con una atención maravillosa. El desayuno al lado de la chimenea fue todo un lujo.
Ojalá pueda volver.

Mercedes G.

Hemos sido clientes de este hotel del 29 de agosto al 3 de septiembre de 2024.
No sé por donde comenzar a explicar mis vacaciones familiares . De momento se le han caído varias estrellas del letrero, con una les sirve.
Es un viaje al pasado. La recepción y zonas comunes son un museo de temática náutica, todo muy original e interesante pero con olor a madera vieja (no antigua) húmeda (el primer impacto huele a orina).
El personal se deshace en risas por vergüenza ajena porque saben que el lugar no está adecuado al precio.
No hay cocina, solo sirven el mismo desayuno todos los días. Abundante, eso sí. Y la camarera del desayuno es un encanto.
En cuanto a las habitaciones comienza el problema.
• Las puertas antiguas y de malísima calidad.
• El armario tiene mucho espacio, cajones, baldas y perchas. Pero las puertas crujen por la humedad y chirrían. Tú oyes el armario del vecino y viceversa.
• Las camas son cómodas, pero las sábanas estaban amarillentas, mal lavadas. Yo cambiaría de lavandería. La colcha la quitamos y no la volvimos a usar porque tenía muchas manchas y agujeros suponemos ocasionado todo por permitir a las mascotas subirse a las camas.
• Las ventanas son de madera antigua, sin mosquiteras. Con vistas al jardín interior, muy bonito. Inconveniente se oyen todas las conversaciones de los clientes que desayunan o pasan el rato a la hora de la siesta o la velada por la noche.
• No hay aire acondicionado, ni ventiladores. Por lo tanto el bochorno y el calor son insoportables, si abres las ventanas te comen literalmente los mosquitos. Mi hijo ha vuelto como si hubiera estado en la selva de una isla caribeña.
• En cuanto al baño, el nuestro tenía ducha reformada pero que rebosaba agua al usarla y se inundaba el baño.
Como la ventana es fija no hay aireamiento por lo tanto hay moho por todos lados. En cortinas, techos y rincones. Los sanitarios son del año de Isabel la Católica. Puntos a favor son el bidé, el secador nuevo y espejo de maquillaje. Toallas limpias a diario aunque no lo pidas.
• Las paredes están sucias y llenas de desconchones.
En resumen, les hace falta un lavado de cara urgentemente si no quieren perder todas las estrellas.
Los únicos puntos a favor son la situación porque se encuentra muy cerca de la playa y no muy lejos de la Puebla Vieja, es un paseo para comer y cenar, de hecho no usamos el coche ningún día. No tiene parking privado pero se puede aparcar en la zona reservada para clientes en la calle del hotel.
Es vergonzoso que nos lo ofrecieran en Viajes El Corte Inglés sin conocer lo que ofertan.
Por supuesto yo no recomendaría este hotel hasta que no lo reformen, porque el sitio merece la pena, es tranquilo y familiar.

Rafael C.

Las zonas comunes exteriores son muy agradables, quizás lo mejor del hotel.
En cuanto a las habitaciones necesitan una reforma de forma urgente, no es posible descansar escuchando portazos y gente hablar por otros sitios. Mobiliario y aparatos sanitarios de cuando reinó Carolo.
Está bien ambientar el hotel como un barco antiguo pero estamos en 2024...

Desayuno bastante limitado y con poca variedad, para un día puede estar bien, pero una semana desayunando lo mismo y con lo que se paga por la estancia se espera algo más.
El personal amable de forma general con algunas excepciones que no vienen al caso.

En resumen, por casi 200€/noche se presume que se ofrezca bastante más por un hotel de 3*

Lola G. A.

Las habitaciones no están mal y la cama es cómoda pero necesitan una renovación sobre todo a nivel de aislamiento. Las puertas son muy antiguas y finas como el papel con lo que se escucha hasta el último ruido. En nuestro caso se oía muchísimo la cisterna de la habitación de al lado, cada vez que se usaba se oía un pitido fortísimo que te despertaba. Todo esto sería asumible si se pagara 50 o 60 euros por la habitación, pero es que pagamos 140€ más o menos. Cosas positivas, un jardín agradable, bar 24 horas, acepta mascotas y desayuno bueno servido en el salón que es muy acogedor. El personal super amable y está todo muy limpio. El problema es que la función principal de un hotel es poder dormir y descansar bien y en eso falla por el tema del aislamiento de las habitaciones.

Cristina P.

La atención por el personal fue extraordinaria. Nunca olvidaremos a Irache que nos recepcionó con una amabilidad y simpatía increíbles. Nos hicieron la estancia muy agradable y se preocuparon de que nuestra estancia fuera genial.
Gracias a todos vosotros!!!