Masia Botargo - Turisme rural - L'Aldea, Tarragona

Amparo Bernal

Hemos pasado un fin de semana de 10 en la masía. La casa está puesta con todo tipo de comodidades y las zonas comunes son perfectas para disfrutar con un grupo de amigos o familia. Se nota en los detalles el cariño con el que está acondicionada la casa y la finca. Hemos disfrutado de la barbacoa y de la zona de piscina para relajarnos.
Lucrecia nos ha puesto todo tipo de facilidades, y es muy acogedora. Ya nos estamos planteando otra visita para hacer planes que hemos dejado sin hacer.

Adrià Pifarré Ros

Estuvimos hace unas semanas y la casa es espectacular, nos lo pasamos genial y Lucrecia fue una amfitriona muy atenta y muy agradable. La ubicación es ideal para estar tranquilo, está a las afueras del pueblo y al lado de la propietaria. Nos prepararon una paella deliciosa y nos sentimos como en casa.

Por poner un pero, lastima que la piscina no estuviera en las mejores condiciones, pero en peores sitios nos hemos bañado.

Lo recomiendo 100%

Denise Faura

Nos hemos alojado un grupo de 13 adultos y 10 niños un fin de semana en la masia y ha sido genial. La masia es preciosa, con unas instalaciones amplias y muy cuidadas. Lucrecia es una gran anfitriona, tanto para ayudarte con la planificación antes de venir, como durante la estancia. Super recomendable para pasar unos días con familia y amigos.

ishtar

Hemos pasado un finde de 2 noches y la experiencia ha resultado perfecta.
Nos hemos alojado 14 adultos, 6 niños y un perro.
La casa, tal como la encontramos, está preparada para acoger a 25 personas + 1 bebé.
Está formada por 2 edificaciones conjuntas.
La casa grande dispone de un gran salón, una cocina enorme (totalmente equipada), una habitación individual y un baño completo en la planta baja.
En la primera planta se encuentran 4 habitaciones dobles (una de ellas con terraza) con baño completo en cada una.
En la segunda planta se encuentra la "habitación de los niños" con una cama doble, una litera de 2 + 3 camas individuales y baño completo. Enfrente está la habitación azul, preciosa. Tiene una cama de matrimonio y otra más pequeña, pero más ancha de lo habitual. También dispone de baño.
Ambas habitaciones ocupan todo el ancho de la casa y tienen vistas a los 2 lados a través de 2 ventanas que permiten una correcta ventilación.
Saliendo de la casa hay un porche enorme con 2 grandes mesas y bancos de madera donde hemos podido desayunar, comer, merendar y cenar todos, y copear los adultos.
Al lado del porche hay otra mesa bajo una parra cargada de racimos de uva, que permite estar entre sol y sombra.
Justo al lado hay una zona de mesas altas y taburetes, rollo bar, muy bonita, aunque no la hemos disfrutado porque estaban llenas de unos bichito blancos, probablemente de los árboles que les dan sombra.
Justo enfrente se encuentra la zona de barbacoas. Hay 2 muy grandes y una especie de armario abierto con todos los utensilios necesarios para cocinar, como pinzas, paelleras, cazuelas...
Al lado hay una amplia zona de lavadero, decorada con el mismo gusto y detalles que el resto de la casa.
Por detrás se encuentra el cuarto de la limpieza, donde se guardan los cubos, escobas y demás.
Enfrente, de lateral, se encuentra "el apartamento", un loft precioso con cocina, baño, salón y cama de matrimonio en la planta baja y un altillo con cama de matrimonio y 2 sencillas.
Entre el apartamento y la casa grande está el "cuarto de máquinas", donde está la caldera y hay un par de lavadoras, una secadora y los tendederos.
Al aire libre hay una mesa de ping-pong, unos bolos de madera y algunos columpios y cuerda para colgarse.
Enfrente un aparcamiento de bicis, había unas 6 o 7.
Un poco separado se encuentra el espacio para aparcar. Nosotros aparcamos 7 coches en semibatería y aún quedaba espacio.
Al lado, un campo de hierba con 2 porterías que se comunica con la zona de la piscina, rodeada de un espacio de suelo cerámico con algunas tumbonas y de otro espacio de hierba con palmeras y parasoles de brezo.
Junto a la piscina hay un porche que recuerda a un chill out, pero sin cojines de colores. Está formado por un banco de piedra adosado a la pared, y una mesa preciosa y súper original hecha con dos bases bases de obra y una enorme puerta antigua.
En la finca todo invita al relax y al disfrute.
Hemos estado tan a gusto que nadie se quería marchar.
Lucrecia, la propietaria, vive en la finca colindante, aunque en toda nuestra estancia hemos tenido la sensación de estar solos.
La verdad es que es una anfitriona de 10. Desde el primer momento estuvo a nuestra disposición, a través de WhatsApp o teléfono para cualquier duda que tuviéramos, y el servicio de "compra colocada" para mí no tiene precio. Compramos o line en un supermercado conocido que entregó la compra el jueves, y cuando llegamos el viernes estaba todo colocado en el congelador, nevera y armarios.
Experiencia 100% recomendable!!!
Gracias por todo, Lucrecia.

Santi Sanchez

Estuvimos en Masía Botargo como en casa pero como en una casa de lujo. A pesar de todos los problemas que tuvimos en la organización del viaje en que no pudieron venir muchos de nuestros compañeros, Lucrecia se adaptó y nos dió soluciones. La casa no tiene ni un solo pero, todo perfecto. Ya estamos planificando el próximo viaje.

Gym & Co Gym & Co

Muchas gracias Lucrecia por tu hospitalidad . Nos hemos sentido como en casa.No le faltaba detalle todo perfecto.Hemos disfrutado un montón de nuestra estancia allí: piscina , jardín, barbacoas .Nos veremos pronto !!!

Carlos Novellas

Un fin de semana para recordar. Un diez tanto para la casa principal como para el loft bombonera. Desde las duchas hasta los colchones reflejan el mimo y profesionalidad de lo mejor de Masia Botargo: Lucrecia, su dueña. Volveremos

Begoña GB

Un lujo volver otro año para disfrutar de la preciosa Masia de Lucre. Hemos pasado un fin de semana maravilloso con la familia. La casa es formidable, acogedora y muy acondicionada por dentro. Por fuera, tampoco le falta detalle, el porche con unas mesa fantásticas para poder reunirnos todos, la piscina y las barbacoas. Volveremos!!!