Palacio de La Magdalena - Santander, Cantabria

José M. C. D. L. B. M.

Impresiona a primera vista con su imponente arquitectura y su elegante fachada, que invita a imaginar un interior lleno de historia y esplendor. Sin embargo, la visita resulta algo sin más.

Apenas se pueden recorrer unas pocas estancias, y las que están abiertas al público carecen de mobiliario o elementos que permitan sumergirse en la historia del lugar. La sensación es de un recorrido breve y poco enriquecedor, que no justifica del todo la entrada.

Si bien el exterior merece la pena por su belleza y valor arquitectónico, además de escenario de series de televisión, el interior deja con ganas de más. Para quienes disfrutan admirar edificios por fuera, es una parada interesante, pero la visita interior en sí no es imprescindible, tanto por el precio como por su interior.

Raquel B. M.

Hemos celebrado nuestra boda en el Palacio y ha sido preciosa. Íntima y muy emotiva. El entorno es espectacular. Muchas gracias al equipo de protocolo y la teniente alcalde por hacer de este momento tan especial un recuerdo inmejorable.

J.C.

Precioso palacio situado en una península rodeado de un entorno natural maravilloso y muy cuidado.
Las visitas son guiadas y en temporada baja el aforo está limitado a 30 personas por visita, de las cuales 20 se pueden comprar de manera anticipada en su página web y las 10 restantes son de venta en taquilla por obligación de la ley.
Recomendable coger las entradas anticipadamente ya que el palacio se alquila para eventos privados (bodas, congresos...) y si vas a taquilla te puedes encontrar que ese día no hay visitas (si hay algún evento en su página web no te deja comprar entradas).
Solo se puede visitar la planta baja, y la visita guiada son aproximadamente 50 minutos.
Las explicaciones de nuestra guía fueron muy detalladas y llenas de anécdotas.
Disponible aseos gratuitos para el público en la planta sótano.

luis P.

Lugar de obligada visita en la bonita ciudad de Santander. Estuvimos visitando el miércoles 20/11/24. Había estado otras veces, pero siempre que puedo, trato de visitar. La verdad que el paraje es espectacular, ya la entrada al recinto te hace sentirte bien, con la zona de las caballerizas. Un paseo, "peñas arriba" hasta que llegas al Palacio de verano de la familia Real.
La señorita (guia) que manejó al grupo de las 17:00 h., hizo un trabajo de lo más eficaz. Comentarios muy extractos, pero bien definidos, para poder tener una buena idea del recinto.
Con lo cual, 10 para el Palacio y 10 para la señorita "guia". Recomiendo.

Abel A.

Un lugar bellísimo.

No pudimos realizar la visita guiada al interior del Palacio, por lo que recomiendo comprar las entradas 1 semana antes como mínimo.

El lugar es de pintura, es simplemente espectacular. Las vistas son una maravilla, la cantidad de flora que hay es muy variada, bonita y relajante.

El sonido de las olas del cantábrico golpeando con la creta es muy confortante.

El edificio en si, al menos por fuera, es digno de ver al menos una vez en la vida.

Se accede solo andando, en bicicleta o en trenecito con guía. No se pueden usar coches dentro del recinto.

Fernando G.

Precioso palacio. Recomendable ir en fechas no festivas. En invierno está solo y se puede disfrutar mejor.
El bosque que rodea al palacio y cubre la península está hermoso.

Antonio M.

Se encuentra en un lugar ideal y en un estado inmejorable. Dispone de acceso para personas que se desplazan en silla de ruedas y en verano solo puede visitarse los fines de semana ya que el resto de los días hay cursos de la universidad internacional Menéndez Pelayo.

Rubén R.

¡Pásate por aquí!

El palacio está en lo alto de la península, llegando hasta ella a través de caminos y diferentes atractivos para completar el paseo. El edificio por fuera es muy bonito y está bien conservado.

Existe la posibilidad de hacer visitas guiadas y el aparcamiento está relativamente cerca. Si no, cuentan con transporte para acercarte desde diferentes puntos de la ciudad.