Restaurante Hacienda Señorío de Nevada - Granada, Granada

Restaurante Hacienda Señorío de Nevada: Un Refugio de Encanto en Granada

El Restaurante Hacienda Señorío de Nevada es mucho más que un simple lugar para comer; es una experiencia completa que invita a la desconexión y al disfrute. Situado en el corazón de la Alpujarra Granadina, en la Dirección: Ctra. de Cónchar, s/n, 18659 Granada, España, este establecimiento ofrece un ambiente único y una gastronomía de alto nivel, perfecto para una ocasión especial o simplemente para una escapada rural. El teléfono 958777092 es el canal directo para contactarlos y realizar sus reservas, que son altamente recomendables, especialmente durante los fines de semana y alta temporada. Para conocer todos los detalles y ver su oferta completa, se puede visitar su Página web: senoriodenevada.es.

Características y Ambiente

La Hacienda Señorío de Nevada se caracteriza por su arquitectura tradicional andaluza, con toques de estilo alpujarreño que le confieren un encanto especial. El espacio está diseñado para crear una atmósfera agradable, relajada y a la moda, ideal tanto para parejas que buscan un ambiente romántico como para grupos de amigos deseosos de disfrutar de una comida o cena en un entorno excepcional. El restaurante ofrece una amplia variedad de opciones para satisfacer diferentes gustos, desde desayunos hasta cenas, pasando por almuerzos y desayuno-almuerzo.

Dentro de sus instalaciones, se puede disfrutar de un acogedor espacio con asientos, un bar bien surtido y una chimenea que añade un toque de calidez y confort, especialmente durante los meses más fríos. Además, la Hacienda Señorío de Nevada se preocupa por la accesibilidad, ofreciendo entradas accesibles para personas en silla de ruedas, espacio accesible para personas en silla de ruedas y sanitarios accesibles para personas en silla de ruedas. También cuenta con estacionamiento accesible para personas en silla de ruedas y sillas altas para mayor comodidad.

Información Importante

El restaurante ofrece una amplia carta que incluye platos saludables, bebidas fuertes, alcohol, cerveza, cócteles, vino, café y una selección de postres deliciosos. Se aceptan reservas y se ofrecen pagos móviles mediante NFC y tarjetas de crédito. También es un lugar ideal para ir con niños, lo que lo convierte en una opción familiar atractiva. El restaurante también permite la entrada de perros afuera. Además, se ofrece wifi para aquellos que deseen mantenerse conectados.

El restaurante cuenta con una puntuación media de 4.6/5 basada en 99 valoraciones en Google My Business, lo que refleja la satisfacción de sus clientes. Se puede observar que los visitantes valoran especialmente la atención al detalle, la calidad de la comida y el ambiente acogedor.

Recomendación Final

En definitiva, el Restaurante Hacienda Señorío de Nevada es una opción excepcional para aquellos que buscan una experiencia gastronómica única en un entorno de ensueño. Le recomendamos encarecidamente visitar su Página web: senoriodenevada.es para explorar su menú completo, conocer sus promociones y realizar su reserva. No se arrepentirá de descubrir este refugio de encanto en la Alpujarra Granadina.

👍 Opiniones de Restaurante Hacienda Señorío de Nevada

Martin L.

4/5

Muy buen sitio para desconectar,habitación perfecta y tanto la comida como el servicio de camareros(destacando a MANU,atento, pendiente y profesional)excelente y por supuesto relax en la zona de chimenea!!!... bueno, como siempre hago para lo último, el precio,, regular pero....

Granada N.

5/5

Hoy sólo valoro el restaurante. Ya que no nos hemos alojado en el hotel (hace unos años si que pasamos un fin de semana en él y tenemos un buen recuerdo.
Respecto al restaurante, servicio es muy bueno, la comida de calidad y la preparación de los platos muy buena. Hemos tomado el vino "plata" principalmente de uva syrah y muy bueno. En total 4 platos, vino, cerveza y agua: 86 e

Maria J. A. M.

5/5

Estupendo lugar para una cena tranquila y con buenas vistas. Tanto el servicio como la comida muy buena. Las croquetas y el pulpo exquisitos. Repetiremos sin duda..

Juan A.

5/5

En general una experiencia muy muy buena, el servicio excelente y la comida riquísima. Hay un par de cosas que me gustaría que cambiasen, pero vamos, lo digo como sugerencia no como algo malo. El salmorejo de aperitivo estaba increíblemente bueno, ojalá lo pusieran de plato, los huevos rotos estaban buenos aunque echo de menos que las lonchas de jamón fueran ibéricas y quizá un poco más de cantidad, el pato muy rico, aunque la mermelada debería ser un poquito más suave y menos intrusiva en el plato; y la brocheta de solomillo buenísima. Eso sí, la tarta de queso, la mejor que he probado nunca. Enhorabuena al chef y a todo el servicio por ser tan simpático.

Antonio C.

4/5

Solo fuimos a comer de camino a la playa, había escuchado hablar muy bien de su cocina y bodega.
Lugar bonito, correcto, serio, con buen servicio.
Pedimos varios platos a compartir, a todos le faltaban los mismos ingredientes:
Un sabor rico, frescor, alegria,….
En definitiva son elaboraciones planas en las que esperábamos algo más o nuestras expectativas eran más altas a lo que nos encontramos:
Una tempura de verdura sin más
Un trozo de bacalao sobre una base de un pisto básico
Un confit bien cocinado y tradicional
El tiramisu hay mejores.
El vino etiqueta de plata si está rico.
Repetiré cuando me pille por esa zona, porque se come decente y bien.
Os dejo unas bonitas fotos.
Gracias

ALFONSO J. H. T.

2/5

Hace años dejé de ir por experiencias poco positivas, pero para hoy, día de Reyes de 2025, me invitaron y no pude rehusar. Lo positivo al final de la reseña para no dejar tan mal sabor.
Ha sido un servicio de mediodía concurrido. Quiero creer que, por fechas, no tenían todos sus efectivos en sala y cocina y estaban contando con extras con poca pericia, aunque no es excusa. Poca escuela.
Camareros preguntando a voces (por el ruido de la sala) que de quién eran las bebidas y los platos (no numeraban comensales y se liaban). Un camarero tenía mejor memoria y, aunque no apuntaba, sabía de quién era cada cosa. El mismo camarero tenía en cuenta quién compartía platos para no retirar el vacío, bien. Pero una compañera retiraba el vacío sin preguntar, por lo que no podías servirte desde el plato que se iba a compartir. Se tuvieron que pedir de nuevo. Otro camarero, no sé si con el lito o con alguna servilleta colgando, pasando por encima de las mesas, hasta que llegó a tirar un bollito de pan de su platito al suelo. Las criaturas estarían presionadillas con la prisa.
En general, estamos en un restaurante de quiero y no puedo. Una cocina que se dio por entendida hace más de una década y que, para ese escenario, ya están los restaurantes de Ganivet, sin tener que hacerse 30 kilómetros.
Pulpo: de tres platos, en dos era masticable y en uno muy complicado. Exceso de "crema de patata trufada" para llenar el escaso plato, poco más que un burdo puré, con alguna suerte de crujiente con tinta por allí en medio. Son unos trocitos de pulpo, que, si fuesen una pata completa, la trocean escondiendo su pequeñez. 22,50 €.
Salmón: pretencioso "salmón con costra de cebolla caramelizada y salsa de cava", a lo que le añaden una torta de algo similar al pan de gambas arriba. Vamos a dejarnos de tonterías y nos centramos en no pasar el trocito de lomo que estaba más seco que la mojama (mira que es difícil hacer un salmón mal), y luego empezamos a poner las chorradas, que cuanto más comedidas más elegantes serían. 19,50 €.
Tartar de atún: el atún bien, sin más. La base de aguacate oxidada y negreando (cortado con más tiempo del necesario). Le ponen una corteza de pan de gambas encima... ¿en serio? ¿aporta algo positivo? 19,00 €.
Huevos rotos. Los piden los más jóvenes como plato único y los sacan en un platito de crema (mucha ala y poco continente que los lleva a pedir comida de otros platos o más platos), el foie mal desvenado y mal desnervado, cortado en finas rodajitas y plancheado por un solo lado para que no termine de secarse (no era miscible), pero ¡ojo! las patatas eran a lo pobre, en una suerte de plato alpujarreño, no esperen las patatas de Lucio o lugares donde saben poner este plato, con sus huevos fritos con puntillas, no a la plancha como en este restaurante. La explicación: "es que aquí lo hacemos así", como cuando pides en alguna cafetería un capuchino (espuma de leche y cacao encima) y te ponen un vienés (colmado con nata montada y, a veces, hasta canela) y te dicen lo de que "aquí lo hacemos así". Decía Sanchez Dragó que si su abuela tuviera huevos, no sería su abuela, sino su abuelo. 18,50 €.
Alcachofas: sin terminar de pelar con las hojas exteriores duras. 19,50 €.
Ensalada césar: buena, pero servida en plato de barro con los bordes chorreando salsa, supongo que por eso va con bajoplato. Otra cosa de esas de "aquí, es que lo hacemos así". En Granada hay muchos locales donde la ponen con la misma calidad, pero más generosa y con precios más coherentes. 18 €.
Pluma ibérica bien, pero quítenle otra vez el puñetero puré de debajo. 19 €.
Timbal de rabo de toro correcto. 21 €.
Bien la mantelería y el montaje de mesa. Sencillos. Cristalería y cubertería con visos de uso, pero aún aguantables.
No se pidieron postres porque, con el día que tenían, preferimos irnos a tomarlos en otro lado.
No cuelgo fotos porque no trabajo para nadie... no obstante, la presencia no era mala en general, salvo el aguacate oscuro y las tonterías de crujientes y pan de gambas que no aportan y blandean si se dejan para el final.
Vino blanco propio, bien.

Fernando M. A.

3/5

La comida excelente. Le quito una estrella porque no es lógico que en el aparcamiento no haya ni una luz que indique el camino. Cutre no, peor. La otra estrella que quito es por el servicio, al principio muy bien, pero cuando se fueron los guiris, nos dejaron abandonados, la mesa llena de platos sucios, no venía a ver los postres y luego con la cuenta lo mismo. Detalles importantes.

michael E.

5/5

Uno de los restaurantes de la provincia de más calidad culinaria. Toda su carta es extraordinaria con sabores auténticos y la presentación de sus platos de alta cocina. Recomiendo probar de entrante su tartar de atún con aguacate y caviar y timbal de foie y manzana con crema de queso y nueces además del pulpo braseado, en cuanto a carnes y pescados, me quedo con la dorada a la espalda o jarrete en su propio jugo con crema de patata. De lujo todo y sus vinos impresionantes, me quedo con el bronce de señoría de nevada. Perfecto para almorzar así como para cuarquier tipo de celebración o evento.